miércoles, 20 de marzo de 2013

Una mágica Historia



Érase  una  vez  una  joven  princesa,  amaba  vivir  en  el  castillo  de  sus padres,  tener  los  mejores  vestidos,  vestir  siempre  a  la  moda,  tener todas  las  comodidades  que  una  princesa  puede  tener,  pero  se  sentía vacía,  insatisfecha,  solitaria.  Sus  padres  nunca  la  dejaban  salir  del castillo  por  miedo  a  que  alguien  se  quisiera  aprovechar  de  ella.  La princesa  no  les  reclamaba  nada,  pero  por  dentro  se  moría  de  ganas  de salir  al  mundo  real  y  vivir  realmente  su  vida.   Por  consecuente  a  no  poder  salir,  no  conocía  nada  afuera  de  las  cuatro  paredes  del  castillo,  su  única  amiga,  era  una  joven  sirvienta  muy  noble  que  siempre  la  escuchaba,  y  era  la  única  que  entendía  cuáles  eran  sus  solitarios  pensamientos.  Al cumplir 21 años, la princesa decidió que era tiempo de salir de su encierro, se lo comento a sus padres, pero estos se negaron rotundamente, se enojaron, y hasta quisieron castigar a la joven princesa. Ésta argumento que ya no era una niña, que era toda una mujer y que necesitaba ver con sus propios ojos el mundo, pero sus padres seguían siendo irracionales, y le prohibieron que siguiera pensando en eso. La princesa demasiado triste se refugió en brazos de su amiga y volvió al encierro de su habitación. Con el paso de los días, se resignó un poco y le pidió a su amiga que le consiguiera unos libros e imágenes del mundo, si no podía salir, lo conocería al menos por fotografías…
Entonces, la princesa recibió infinidad de libros, cuentos, historias, imágenes, dibujos, todos ellos hablaban sobre la naturaleza, el clima, las costumbres de otros pueblos, y sobre relaciones humanas. En un libro descubrió un cuento de hadas, se le hacia una completa burla a su vida y estuvo tentada a tirarlo por la ventana para no seguir leyendo. El libro, trataba sobre una princesa igual que ella, joven, hermosa, bondadosa, e igualmente solitaria. Pero esos cuentos no decían la verdad de la vida, ni mostraban siquiera una parte de ella. En los cuentos, las princesas vivían prisioneras de un ogro, de un dragón, o de una bruja, y estas a su vez eran rescatadas por un apuesto príncipe montado en un corcel blanco ayudado por un hada madrina. Aquellas historias eran una burla a su vida. La joven princesa empezó a soñar, a soñar que era como una de esas princesas, deseaba fervientemente ser rescatada por un príncipe y vivir felices para siempre. Pero la  verdad la azoto y dejo de soñar, eso jamás ocurriría.
Ella no estaba en peligro, ni nadie iría a rescatarla. 
Con lágrimas en los ojos veía su vida pasar, vivía, solo por vivir, sin una razón específica, se dio cuenta que su vida era una cruel realidad que no podía cambiar, que los felices para siempre solo existían en los cuentos que amaba leer y que ella estaba en el mundo real y eso siempre seria así.
Un día, mientras se encontraba en el invernadero leyendo otro de sus libros favoritos, llamado algo así como La Cenicienta, llegaron sus padres, los reyes,  y se sentaron a un lado de ella. Le anunciaron que en 3 días llegaría el rey de otro palacio junto con el príncipe, el hijo mayor, y así formalizar un compromiso y se pudieran casar.  La princesa asustada y sin saber cómo reaccionar se fue corriendo a las caballerizas. Decía que sus padres no podían hacerle eso, ¿Por qué eran así con ella? Pensaba que no la querían, que solo se preocupaban por ellos mismos. Llego con su caballo favorito y lo monto, no le preocupo ensuciar su hermoso vestido rosa ni estropear sus nuevas zapatillas, solo cabalgo siguiendo el latido de su corazón.
Ya cuando estuvo tranquila, decidió que era hora de enfrentar a sus padres, no les tenía rencor, pero estaba decidida a no obedecerlos nunca jamás.
Entro a su recamara, busco una pequeña maleta y metió unas pocas prendas viejas que le había prestado su fiel amiga. Monto a su caballo blanco y se escapó del castillo dejando atrás a sus padres, a su casa y a sus comodidades para enfrentarse a lo que sería una cruel realidad.


El Destino así lo Decidió



“En East High nos han animado a romper el estatus quo, y a elegir el futuro que queremos.
Aquí un Atleta puede preparar un creme brule, y un genio asombrar en la pista de baile.
Aquí una persona puede, si es la apropiada, cambiarnos a todos.
Las amistades que hemos forjado aquí duraran toda la vida, eso significa realmente querer estar juntos en esto.  Porque quien ha sido wildcat, siempre será un wildcat”.



Capitulo 1

Troy, mi Troy Bolton... Recordar el discurso que nos dedico mi amor de la preparatoria hizo que derramara algunas lagrimas. Hace 4 años que había sido nuestra graduación de la preparatoria, y ese día lo tenia tan presente en mi mente. Tantas cosas habían cambiado en 4 años.
Hace 4 años me había graduado en la East High, y ahora me estaba graduando de la Universidad de Stanford, en Derecho. Mis mágicos momentos con Troy Bolton habían quedado atrás. Al Karaoke en vísperas de año nuevo en donde nos conocimos, al primer musical que protagonizamos juntos, al primer verano en Lava Springs, a nuestro primer beso, y a nuestro baile de graduación, todo había quedado en el pasado y atesorado como los mejores recuerdos de mi vida adolescente. Troy y yo habíamos decidido darnos tiempo y espacio para enfocarnos a nuestras carreras. Primeramente, él manejaba todos los fines de semana a verme, ya que la Universidad de Bertely en California a la que el asistía solo estaba a 50 kilómetros de distancia de la mía. Era algo que no le costaba mucho. Conforme fueron transcurriendo los meses, las materias que llevábamos se volvían más tediosas y pesadas. Empezamos a vernos cada quince días o una vez al mes. Pero aun así nos amábamos como desde el primer día.
A los 2 años, esas visitas, se volvieron menos frecuentes. Solo nos reuníamos en ocasiones especiales, cumpleaños, aniversarios, eran pocos momentos que compartíamos, pero aun así seguíamos enamorados.
Entonces, tenia que llegar a nuestras vidas Madison… Madison, una chica de la Cd. De México, que vino de intercambio y entro a la Universidad de California junto con Troy para estudiar Teatro, la conocí, y era muy linda, amable, humilde… Me había contado que su padre había muerto cuando ella tenía 10 años, y cuando cumplió los 15 también su madre murió de cáncer. Quedando al cuidado de su madrina, pero que a los 18 había decidido irse a vivir sola, teniendo que trabajar y estudiar al mismo tiempo. Por eso, había solicitado una beca para estudiar en el extranjero y había llegado a la Universidad de California que era su sueño. Como dije, humilde, simpática, linda… Lo que esperas de una chica que ha sufrido en la vida. Troy fue amable con ella, se hicieron amigos y entonces me la presento. Ya tenemos una nueva amiga, pensé al conocerla… Pero pasaron los meses, y esa amistad entre Troy y Madison se convirtió en algo más. Empezaron los ensayos para las  obras musicales, representar a los protagonistas enamorados, estudiar los fines de semana y las salidas al teatro… Un año después, Troy admitió que ya tenía la relación con ella. En ese momento, sentí mi corazón partirse en dos. No llore enfrente de él, ni le reclame, simplemente lo deje ir. Dicen que si es tuyo volverá, y si no es que nunca lo fue. Y por lo visto, el jamas habia sido mio.


¿Keep Me Love?



Prefacio;

Sabía que mi destino había cambiado justo cuando lo conocí, o quizá  es que él era mi destino desde un principio. No me esperaba que una simple plática hiciera que mi vida girara 180°. No hay duda que el amor existe, y para ello no hay edad.
Claro, siempre habrá envidiosos que juzgaran nuestra relación, dirán que eso esta éticamente prohibido. Pero cuando uno ama, nada de eso importa.
¿Mi vida? Soy una típica adolescente, estudio el último año de preparatoria, trabajo medio tiempo en un cibercafé, voy a fiestas siempre y cuando llegue a mi casa antes de las 10:00 pm y tengo una vida familiar de mierda, con todo respeto.
¿Su vida? Exitoso, sociable, tiene un muy buen trabajo, estatus social alto, y es 7 años mayor que yo…
¿Por qué tenia que cruzarse en mi camino? ¿Eran tan necesario esto? ¿Acaso la vida cree que los polos opuestos se atraen?...
Desgraciadamente, así es la vida real, un lugar de donde no podemos  escapar o desaparecer. El me lo advirtió, y no quise entender. Pero ahora, me encontraba situada  justo en donde las críticas podían más con nosotros, ¿Por qué tenia que enamorarme de mi profesor?
  
 
CAPÍTULO 1

Justo hoy, es cuando deseaba poder quedarme en casa sola. Tenía tanto sueño que juraba que me quedaría dormida durante el examen semestral de cálculo.
Aparte, mi cabello libraba una dura batalla conmigo. Por mas que lo cepillaba no podía ser controlado, estaba empeñado en acomodarse como quisiera. Era muy tarde para usar la plancha para alisar, así que me rendí y me hice una coleta y añadí un lindo moño blanco para contrarrestar el horrible cabello. Era demasiado tarde para desayunar, así que no tendría tiempo de desayunar…
Además hoy tenía los ensayos de teatro y mi medio turno en el cibercafé de la esquina… Ayer había tenido que trabajar hasta tarde y aparte había tenido los ensayos de Danza. Y durante la semana, tendría ensayos de animadoras y bastoneras. Yo y mis locuras de estar en todos los clubs de la preparatoria, gracias a eso ya era muy conocida por todos. Lo que pueden lograr casi 3 años de andar en todo evento escolar...  Popular, así me catalogaron todos en mi salón y en la escuela. Soy la típica chica extrovertida, que le gusta participar en todo, y ayudar en lo que los demás necesiten. Desgraciadamente a la hora de necesitar un hombro en donde llorar, solo se encontraba una persona, que a pesar de mis altas y bajas, siempre estaba ahí para apoyarme…
—¡Madison!—resonó una voz desde abajo, supongo que de la sala. Era mi siempre puntual mejor amiga…
—¡Ya voy Alex! —respondo mientras me pongo mis tenis deportivos, desconecto la plancha de alisar (sin usar), tome mi mochila y baje corriendo las escaleras. Alexandra ya se encuentra el pie de las escaleras de mi casa. Tanta confianza tenemos, que ni siquiera pide permiso para entrar a mi casa o yo a la suya. Es como si fuéramos hermanas viviendo en casas diferentes. Al verla me dedica una perfecta sonrisa llena de brackets la cual no evito corresponder. Es hermosa, pero lo que discuto con ella es que no se arregla. Si se arreglara fuera la chica más hermosa del colegio, quitándome a mí ese puesto que según ella es el que tengo.
Su largo cabello castaño está en su habitual trenza, sus ojos verdes atrás de sus gafas de aumento y su delgado cuerpo, oculto con unos jeans  oscuros, una blusa gris y una sudadera negra.
Vestimos casi igual, a excepción que yo uso un short de mezclilla arriba de la rodilla. Casi siempre coincidimos en los colores que usamos. Algo más para agregarle a que pareciera que somos hermanas.
—¡Milagro! Ahora bajaste al primer grito, ¿te encuentras bien?—me dijo Alex sarcásticamente, y yo solo le mostré mi lengua.
—¿Me creerías si te digo que no dormí bien durante la noche?—respondí cansada, odiaba mi vida.
—¿Qué sucedió ahora? —pregunto a la defensiva mi mejor amiga, sabiendo que me ocurría algo, era mejor decirle lo sucedido ahora, me era difícil ocultarle cosas.
—Anoche Eleazar discutió con mi madre de nuevo—le dije directa y con media sonrisa encogiéndome de hombros como para restarle importancia.
—¿Qué? No te hizo nada ahora el infeliz, ¿verdad? —pregunto exaltada  mi amiga, por eso no me gustaba que supiera sobre mi patética vida familiar, se preocupaba mucho, mas cuando Eleazar, el esposo de Vianey, mi madre, desde hace 5 años que me golpeaba.
—Tranquila, no… Pero los malditos gritos no me dejaron dormir. Te juro que un día de estos llamare a la policía y…—
—No lo harás… Siempre dices eso y no lo haces… Maddie, es hora de que seas valiente, y tu madre también. Denuncien a ese infeliz…—me hecha el sermón de siempre, si, cuantas ganas no me dan de hablarle a la policía y decirle que mi padrastro nos golpea a mi madre y a mi. Pero sé que sin él ahora estaríamos en la calle o peor aún, mi madre muerta, por la depresión que le dio al morir mi padre. Lo echaba mucho de menos, cuando yo tenia 5 años éramos la familia perfecta. Ahora, eso había quedado en el pasado…
—Tienes razón, pero también sabes que mi madre jamás lo permitiría. Lo único que me queda es la resignación—termine afligida. Odiaba mi patética vida.
—Nada de resignación, Maddie, aunque todos digan que eres la más popular en la Preparatoria solo para llamar la atención y que ayudas para que te deban favores, yo sé que eres la persona más noble sobre la tierra y de verdad lo haces de corazón, tú no mereces esto. Y recuerda que después de la lluvia, viene el arcoíris. Yo sé que tendrás cosas muy buenas en el futuro…—termino Alex con una sonrisa, amaba a esta chica, siempre sabia como animarme.
—Conozco a alguien más noble que yo—inquirí con una sonrisa.
—¿Así? ¿Quién? —pregunto confundida, era tan sencilla, por eso la amaba. Era mi mejor amiga desde cuarto de primaria, que fue cuando yo llegue a esta ciudad y esa amistad no se rompía por nada.
—Tú, mensa—le solté haciéndome la tonta y le dedique otra sonrisa.
—Jajaja… Lo sabía…—me respondió algo apenada, pero haciéndose la arrogante.
—Te quiero—le dije de repente para agradecerle.
—Yo te quiero más… Pero te odiare si me haces llegar tarde a mi examen de Estadística—continuo haciéndose la arrogante y me lanzo un beso al aire para restarle importancia al regaño
—Ok, ya basta de dramas y vámonos—Tome las llaves de la casa y cerré, solo deje un pequeño recado en el refrigerador para mi madre avisándole que llegaría tarde porque iría al ciber a trabajar. Solo esperaba que cuando yo regresara ya estuviera dormida. Alex se subió a su Mercedes celeste y yo la seguí en el copiloto. Alex sí que tenía dinero, era la típica chica proveniente de una familia de herederos ricos, cuyos padres son exitosos y no les falta el dinero. Tienen hasta un sirviente para cada habitación de su enorme casa. Y aunque lo usual seria que Alex se creyera la mismísima reina por su atractivo, dinero e inteligencia, no lo hace, es más humilde que otros que ni siquiera tienen la mitad que ella. Por eso la admiro y quiero tanto y agradezco a dios por darme una amiga tan especial. El camino como siempre, es agradable, le sube a nuestra estación de radio favorita y vamos tarareando las canciones de Muse, Paramore y Green Day.  La preparatoria, el Colegio Juvenal Rendón, está a solo 20 minutos de mi casa. Por lo que llegamos muy rápido, más si consideramos la velocidad con la que conduce mi amiga.
Cuando nos bajamos, varios chicos se nos quedan viendo como siempre e incluso unos se ofrecen a ayudarnos con nuestras cosas. Algo que detesto, solo lo hacen porque quieren quedar bien. Alex siempre los ignora, además que es muy tímida para mantener una conversación con un chico por mas de 5 minutos, en cambio yo, bueno, no soy una experta en chicos, pero se lo suficiente y siempre trato de mantener una conversación agradable con ellos. No se sabe cuando puedes necesitar a un amigo o conocido hombre.
Llegamos a nuestro salón y en mi mente, voy repasando las ecuaciones y derivadas para poder pasar el examen. Si apruebo todas las materias con promedio de 10 al final de año, podre tramitar una beca para estudiar en la Universidad de Pedagogía. Deseo ser Maestra de Primaria, algo que me apasiona demasiado y sé que mi futuro es estar ahí. No se porque, no tengo familiares maestros, pero desde pequeña, siempre me ha llamado la atención como dan clase los maestros y los admiro mucho, así que estudiar en la Universidad de Pedagogía sería una gran oportunidad para salir del tormento que vivo en mi casa. A los 5 minutos que ya estoy en mi asiento, el timbre suena y significa el comienzo del primer examen de este día de semestrales. El primer examen, es Estadística, algo fácil para mí la verdad, por lo que lo contesto sin demora. La ventaja de terminar primero es que el profesor nos deja salir, según para evitar que distraigamos a los demás, pero yo agradezco, así puedo estudiar un poco para el de Cálculo, que es el que verdaderamente me preocupa. Me siento en la banca que está afuera del gran salón beige y saco mis apuntes para estudiar. Me entretengo tanto que no me doy cuenta que alguien está enfrente de mí hasta que me toca el hombro y pasa sus manos enfrente de mis ojos. Levanto la mirada exaltada y asustada. ¿Cómo no me di cuenta que había alguien enfrente de mí?
—¿Señorita? ¿Se encuentra bien? —escucho que dice una voz muy masculina. Solo escucharla hizo que mi piel se erizara y me dieran pequeños escalofríos. Lo miro a los ojos y hay algo que me hace perderme en mis pensamientos. Es un chico, más bien un hombre, rondando los veintitantos años, se ve maduro, pero no para ser un viejo. Es guapo, muy guapo. ¡Rayos! ¿Qué estoy diciendo? ¡Es muy grande para mí! Pero eso no deja de decir que sea guapo, mi mente me grita. En eso me doy cuenta que el guapo espera una respuesta, mi respuesta y se le ve preocupado. Me doy unas bofetadas mentalmente para aclarar mi mente y poder responderle.
—Eh… Si… perdón, creo que dormite…—respondí apenada, era una completa idiota.
—No te preocupes, perdóname tú por despertarte. Y perdón por molestar, pero ¿me puedes decir donde está la dirección? Llevo 15 minutos intentando localizarla y eres la única estudiante que esta afuera —respondió con esa hermosa voz suya, tenerlo enfrente de mi hacía que sintiera cosas extrañas dentro de mí. Aparte la familiaridad con la que me hablaba, o quizá yo lo sentía tan familiar, era exquisita la sensación.
—Oh, ¿la dirección? Claro, subiendo las escaleras del edificio que esta  allá, la segunda puerta—señale lo más clara posible, tenerlo cerca me nublaba los pensamientos.
—Muchas gracias señorita… ¿Puedo preguntar porque está afuera en vez de estar como todos los demás haciendo examen?  ¿Se siente bien?—inquirió algo confundido, si lo conociera diría que preocupado, pero eso era imposible, ¿cómo un extraño tan atractivo se iba a preocupar por mí?
—Sí, estoy bien… Gracias. Lo que pasa es que… ya termine mi examen…—respondí atontada, el tan varonil y yo una chiquilla de 18 años pensando en lo guapo que es. Me sonroje ante eso y oculte un poco mi cara para evitar que me viera.
—¿En serio? ¿Cuántos años tienes? —me pregunto y no pude evitar fruncir el ceño y poner un signo de interrogación en mi frente, ¿realmente me está preguntando mi edad?
—Uhmm… 18—respondí más confundida que antes.
—Oh… Interesante—lo dijo más como un susurro pero lo escuche—. Bueno, señorita la dejo, que tenga un buen día, Dominic Battaglia a sus órdenes—se despide y empieza a avanzar rumbo a dirección.
—Madison Clasben—digo mi nombre algo ida. Si fuera un chico de mi edad juraría que había intentado ligar conmigo. Pero claro, eso es imposible. No era un chico de mi edad, y no había intentado coquetearme…. Esto de no haber desayunado temprano me afectaba demasiado.

Diario de una Inocente Criatura


PREFACIO
Novela de Miley & Liam,  Enamorada de mi profesor: ¿Diario de una inocente?

Vanessa Anderson  es una chica de 18 años, que al entrar a la universidad empieza una nueva etapa de su vida. Sin embargo en esa etapa tiene que decidir entre lo que esta bien y lo que desea. Entre seguir a su corazón, o seguir a su mente. Decidirse entre la espada y la pared. Darius Hendwick un reconocido profesor de Ciencias Biologicas. Harry Osment (*En edición, no se aun que ponerxD)

*Esta no será una historia normal, he decidido darle un giro nuevo, nada a lo que he escrito antes. Esta vez será narrado desde el diario de “Vanessa”. Esto se me vino a la mente una noche que estaba medio depre, si algo patético. Pero por cuestiones personales, pense que seria bueno narrar la vida de una adolescente-adulta común y corriente y sus dificultades en encontrar al amor de su vida. Bueno tengo cero inspiración por el momento, asi que los dejo. Espero lo disfruten…  #Lizzie!(:


DOMINGO 22 DE JULIO DEL 2012

Querido diario:
Soy yo, tu siempre fiel escritora Vanessa… Ya no se que hacer con mi vida, estoy harta, la verdad. A mis 18 años no he podido conseguirme un novio que me dure mas de 4 meses. Mi familia dice que soy bonita, aunque a veces pienso que solo lo dicen por ser mi familia, pero en lo personal siento que mis ojos azules son lo unico mejor.
También siento que no naci para amar y ser amada. ¿Soy algo melodramática no? Pero los chicos con los que he salido no son como lo espero, yo necesito un chico que sea maduro, responsable, respetuoso, que me ame realmente…
No quiero a un irresponsable que se aproveche de la situación y alardear de tener a una chica guapa con el. Mis amigas me dicen que pido mucho. Pero es lo único que yo pido….  
Hoy tuve una “cita” con un chico que estuvo conmigo en la preparatoria. 
Mis amigas me decian que le gustaba, y pues a veces yo también lo creía. Me decía cosas lindas por Facebook, que te quiero, eres una chica única. Me encanta tu sonrisa, tus ojos, etc. ¿Puedes creer como era de cursi? Y hasta se ponía celoso de mis amigos hombres.
Pero bueno, la cita fue algo “única”, o quizá la palabra “empalagosa” también resultaría correcta.
Me invito al cine a ver una de terror. Le dije que esas eran mis favoritas y quizá pensó que lo decía para que el pudiera seducirme.
Ya sabes, la típica escena donde el chico es el protector de la chica cuando algo le da miedo. La toma entre sus brazos y quizá hasta un beso robarle.  
Pero la verdad es que fue un desastre....
Se compro un refresco jumbo y unos nachos grandes con extra queso, y a mitad de la película le dieron ganas de ir al baño y asi estuvo el resto del filme. No sabia que le había dado asco ver tanta sangre, hasta que ya como a la 3era vez lo acompañe y escuche que devolvía todo el estomago. hahahaxD
Otro requisito para mi chico ideal, alguien que tenga un estomago de acero. Cuando se acabo la peli nos fuimos  a caminar por la cafetería del lugar, en eso me tomo de la mano, lo vi como algo tierno, pero note que fue justo cuando iban pasando unos chicos.
Me soltee disimuladamente al ver que los chicos me miraban, ¿Me conocian? No, no creo. Quizá Tyler si los conocía, asi que decidi preguntarle. Se hizo el desentendido, se puso nervioso y me tiro de loca. ¡Que idiota!
En eso me tomo de la cintura y me beso.
Fue un asco de beso, desesperado, a fuerza, me estaba obligando, por un momento pensé que de verdad me gustaba, era muy guapo, popular, pero no me hizo sentir nada. Solo asco. Me separe de el y le di una bofetada.
Por consiguiente, me fui del cine y tome un taxi para mi casa.
Y ahí se quedo, con una mano en la mejilla dolorida.
Ahora que ya estoy en mi casa, pienso hablarle a mi mejor amiga Mitchie, para que me aconseje, o aunque sea para burlarnos de el.
Mientras marco el numero de mi amiga entro al Facebook, y “oh sorpresa, no me lo podía creer”, Tyler alardea en su estado que me beso, y un chico le respondio, si, pero te dio la cachetada, lo vimos y no cuenta. Perdiste la apuesta…
¡IDIOTA! Asi que todo fue una maldita apuesta, bueno, no me enojare por alguien que no vale la pena, simplemente lo bloqueo y listo:D Como he hecho con tantas “citas” pasadas. Asi de patética es mi vida sentimental. No se porque me pasa esto a mi. Dios me odia, o simplemente en mi vida pasada tuve que haber hecho algo realmente malo para que me pase esto.
Asi que, querido diario, te dejo que ya se me acabo la inspiración para escribir, además tengo tanto que hablar con Mitchie, quizá pronto vuelva a escribir y con suerte, llene la hoja de mi perfecta libreta roja…


Una pequeña Historia Inolvidable


Un día sin igual...


Era un lindo día de primavera. Hace unos años atrás, en un pequeño pueblo de Tamaulipas. Como siempre, yo iba de vacaciones. Puesto que adoro ir al rancho, convivir con la naturaleza, dejar a un lado las preocupaciones, ruidos y contaminantes de mi ciudad origen. Me quedaba en la casa de mis abuelos, en la cual vivían ellos, aparte de mis tíos y mis primos. Es una casa enorme. Fui con mi pequeño hermano, y mi madre a vacacionar por una semana. El rancho donde viven mis abuelos es, en una palabra “HERMOSO”. Quizá algo campirano, pero muy silencioso. La casa o como le decimos entre nosotros “palapa”, se encuentra en medio del terreno, a unos 30 minutos de la ciudad. Se rodea de un verde bosque de mezquitales. Es abundante ver correcaminos, conejos, serpientes de cascabel, vacas, caballos, borregas, gallinas… todo lo que existe en un rancho. También, muy cerca de ahí, corre un pequeño arroyo, que se forma desde las montañas, pasando a un lado de la carretera, y siguiendo su camino por los barrancos, hasta terminar en el rio. Tras las constantes insistencias de mi hermano, y en parte, mias también. Convencimos a todos de ir al arroyo, en la parte de los barrancos.

*Hacia bastante que no íbamos, puesto que siempre nos decían que los animales salvajes bajaban a beber agua ahí. Pero eso había sido hace años, por lo que yo siempre pensé que eran cuentos para antes de dormir, y asi evitar los mayores que los mas pequeños nos fueramos al arroyo solos y nos llegara a pasar algún accidente. Yo estaba entusiasmada por ir, estaba segura que ese dia seria inolvidable…

Mi primer experiencia docente

Cuando comencé mi labor docente en la Escuela Luis Donaldo Colosio Murrieta fue una experiencia significativa y llena de sentimientos encon...