Este manuscrito va dirigido a ti:
Tu
que diste tu vida, tu tiempo, y tu amor…
Tu
que cambiaste tu figura por unos cuantos antojos.
Tú,
que siempre estás ahí, sin importunar, apoyándome en silencio, ofreciendo
consuelo sin obligarme a recibirlo. Dispuesta a dar consejos pero dando espacio
a que cometamos nuestros propios errores y aprendamos de ellos.
Sé
que me he equivocado, que no te agradezco lo que haces por nosotros, sé que he
juzgado tu forma de educarme, pero es que la verdad los hijos siempre
juzgaremos a los padres por sus errores, siempre pensaremos que merecemos más y
muy pocas veces nos detendremos a pensar que tenemos más de lo que tu poseíste
alguna vez.
No
tomamos en cuenta que haces el mayor esfuerzo y que siempre das lo mejor de ti.
Te
amo mamá por tu dedicación, tu valentía y tu esfuerzo. Que muy pocas mujeres
toman enserio su responsabilidad.
Gracias
por darme una vida tan maravillosa y llena de enseñanzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario